59/365 Nanas de la cebolla


NANAS DE LA CEBOLLA

La cebolla es escarcha cerrada y pobre;

escarcha de tus días y de mis noches.

Hambre y cebolla,

hielo negro y escarcha grande y redonda.
En la cuna del hambre mi niño estaba.

Con sangre de cebolla se amamantaba.

Pero tu sangre, escarchada de azúcar,

cebolla y hambre.
Una mujer morena, resuelta en luna,

se derrama hilo a hilo sobre la cuna.

Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso.
Alondra de mi casa, ríete mucho.

Es tu risa en los ojos la luz del mundo.

Ríete tanto que en el alma al oírte, bata el espacio.
Tu risa me hace libre, me pone alas.

Soledades me quita, cárcel me arranca.

Boca que vuela, corazón que en tus labios relampaguea.
Es tu risa la espada más victoriosa.

Vencedor de las flores y las alondras.

Rival del sol. Porvenir de mis huesos y de mi amor.
La carne aleteante, súbito el párpado,

el vivir como nunca coloreado.

¡Cuánto jilguero se remonta, aletea, desde tu cuerpo!
Desperté de ser niño. Nunca despiertes.

Triste llevo la boca. Ríete siempre.

Siempre en la cuna, defendiendo la risa pluma por pluma.
Ser de vuelo tan alto, tan extendido,

que tu carne parece cielo cernido.

¡Si yo pudiera remontarme al origen de tu carrera!
Al octavo mes ríes con cinco azahares.

Con cinco diminutas ferocidades.

Con cinco dientes como cinco jazmines adolescentes.
Frontera de los besos serán mañana,

cuando en la dentadura sientas un arma.

Sientas un fuego correr dientes abajo buscando el centro.
Vuela niño en la doble luna del pecho.

Él, triste de cebolla. Tú, satisfecho.

No te derrumbes. No sepas lo que pasa ni lo que ocurre.

Miguel Hernández

58/365 Fuego y hielo


Unos dicen que el mundo terminará en fuego,

otros dicen que en hielo.

Por lo que he gustado del deseo,

estoy con los partidarios del fuego.

Pero si tuviera que sucumbir dos veces,

creo saber bastante acerca del odio

como para decir que en la destrucción

el hielo también es poderoso

Y bastaría.


Robert Frost

57/365 Las máscaras del vacío


A menudo, en la retracción de mí mismo,

se me aparecen las máscaras del vacío.
Las máscaras que adquiere el vacío no son plenas.

No le resulta necesario.
Unos rasgos ínfimos procuran enmascararlo; y lo logran.

Seguramente allí está, casi podríamos olvidarlo…
Habitualmente esas máscaras vienen de dos a dos
y se imprimen, sutiles aunque duras, en el disco terminado del universo.
Podríamos creer que son gestos,

álgebra de gestos detenidos en un cataclismo pompeyano.

Pero no hay huella alguna de cataclismo.
Al contrario, una extraña movilidad,
y por todas partes dentro del mismo Espectro del poder,
la espantosa succión del vacío.
También están los desiertos matinales, tapados de animales muertos…

Henri Michaux

56/365 Rapa Nui


TEPITO-TE-HENÚA, ombligo del mar grande,

taller del mar, extinguida diadema.

De tu lava escorial subió la frente

del hombre más arriba del Océano,

los ojos agrietados de la piedra

midieron el ciclónico universo,

y fue central la mano que elevaba

la pura magnitud de tus estatuas

Tu roca religiosa fue cortada

hacia todas las líneas del Océano

y los rostros del hombre aparecieron

surgiendo de la entraña de las islas,

naciendo de los cráteres vacíos

con los pies enredados al silencio.

Fueron los centinelas y cerraron

el ciclo de las aguas que llegaban

desde todos los húmedos dominios,

y el mar frente a las máscaras detuvo

sus tempestuosos árboles azules.

Nadie sino los rostros habitaron

el círculo del reino. Era callado

como la entrada de un planeta, el hilo

que envolvía la boca de la isla.

Así, en la luz del ábside marino

la fábula de piedra condecora

la inmensidad con sus medallas muertas,

y los pequeños reyes que levantan

toda esta solitaria monarquía

para la eternidad de las espumas,

vuelven al mar en la noche invisible,

vuelven a sus sarcófagos de sal.

Sólo el pez luna que murió en la arena.

Sólo el tiempo que muerde los moais.

Sólo la eternidad en las arenas

conocen las palabras:la luz sellada,

el laberinto muerto,

las llaves de la copa sumergida.


Pablo Neruda

55/365 La llave en Salónica


Abarbanel, Farías o Pinedo,
arrojados de España por impía
persecución, conservan todavía
la llave de una casa de Toledo.
Libres ahora de esperanza y miedo,
miran la llave al declinar el día;
en el bronce hay ayeres, lejanía,
cansado brillo y sufrimiento quedo.
Hoy que su puerta es polvo, el instrumento
es cifra de la diáspora y del viento,
afín a esa otra llave del santuario
que alguien lanzó al azul cuando el romano
acometió con fuego temerario,
y que en el cielo recibió una mano.

J.L.Borges

54/365 Nubes


Yo pastor de bulevares
desataba los bancos
y sentado en la orilla corriente del paseo
dejaba divagar mis corderos escolares
Todo había cesado
Mi cuaderno única fronda del invierno
y el quiosco bien anclado entre la espuma
Yo pensaba en los lechos sin rumbo
siempre frescos
para fumar mis versos y contar las estrellas
Yo pensaba en mis nubes
olas tibias del cielo
que buscan domicilio sin abatir el vuelo
Yo pensaba en los pliegues de las mañanas bellas
planchadas al revés que mi pañuelo
Pero para volar
es menester que el sol penduley que gire en la mano nuestra esfera armilar
Todo es distinto ya
Mi corazón bailando equivoca a la estrella
y es tal la fiebre y la electricidad
que alumbra incandescente la botella
Ni la torre silvestre
distribuye los vientos girando lentamente
ni mis manos ordeñan las horas recipientes
Hay que esperar el desfile
de las borrascas y las profecías
Hay que esperar que nazca de la luna
el pájaro mesías
Todo tiene que llegar
El oleaje del cine es igual que el del mar
Los días lejanos cruzan por la pantalla
Banderas nunca vistas perfuman el espacio
y el teléfono trae ecos de batalla
Las olas dan la vuelta al mundo
Ya no hay exploradores del polo y del estrecho
y de una enfermedad desconocida
se mueren los turistas
la guía sobre el pecho
Las olas dan la vuelta al mundo
Yo me iría con ellas
Ellas todo lo han visto
No retornan jamás ni vuelven la cabeza
almohadas desahuciadas y sandalias de Cristo
Dejadme recostado eternamente
Yo fumaré mis versos y llevaré mis nubes
por todos los caminos de la tierra y del cielo
Y cuando vuelva el sol en su caballo blanco
mi lecho equilibrado alzaré al cielo.
Gerardo Diego

53/365 Recuerdo infantil


Recuerdo infantil
Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de lluvia tras los cristales.

Es la clase. En un cartel

se representa a Caín

fugitivo, y muerto Abel,

junto a una mancha carmín.

Con timbre sonoro y hueco

truena el maestro, un anciano

mal vestido, enjuto y seco,

que lleva un libro en la mano.

Y todo un coro infantil

va cantando la lección:

“mil veces ciento, cien mil;

mil veces mil, un millón”.

Una tarde parda y fría

de invierno. Los colegiales

estudian. Monotonía

de la lluvia en los cristales.

Antonio Machado

52/365 El caballo de hierro


Recuerdo esta noche, mi infancia de niño naranja
Sentada a mi lado, enhebrabas la aguja, con hilo de lágrimas.
El ritmo afirmativo, rompía silencios, cosiendo coplas a mi memoria
A casa venían muchas señoras, cómo gallinas de granja
las radios, en el patio encarnizadas, luchaban con la calima
Y el caballo de hierro relinchaba en su infernal noria,
A ti, que doblabas mi tela con coloreados suspiros…
Haciendo ojales con estrellas, de achicoria
Te mando un beso y reconozco cuanto te admiro
Altea C.

51/365 Agua sexual



RODANDO a goterones solos,

a gotas como dientes,

a espesos goterones de mermelada y sangre,

rodando a goterones

cae el agua, como una espada en gotas,

como un desgarrador río de vidrio,

cae mordiendo, golpeando el eje de la simetría,

pegando en las costuras del alma,

rompiendo cosas abandonadas,

empapando lo oscuro.
Solamente es un soplo,

más húmedo que el llanto,

un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,

un movimiento agudo,

haciéndose, espesándose,

cae el agua,a goterones lentos,

hacia su mar, hacia su seco océano,

hacia su ola sin agua.
Veo el verano extenso,

y un estertor saliendo de un granero,

bodegas, cigarras, poblaciones, estímulos, habitaciones,

niñas durmiendo con las manos en el corazón,

soñando con bandidos, con incendios,

veo barcos, veo árboles de médula

erizados como gatos rabiosos,

veo sangre, puñales y medias de mujer, y pelos de hombre,

veo camas, veo corredores donde grita una virgen,

veo frazadas y órganos y hoteles.
Veo los sueños sigilosos,

admito los postreros días,

y también los orígenes,

y también los recuerdos,

como un párpado atrozmente levantado a la fuerza estoy mirando.
Y entonces hay este sonido:

un ruido roto de huesos, un pegarse de carne,

y piernas amarillas como espigas juntándose.

Yo escucho entre el disparo de los besos,

escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.
Estoy mirando, oyendo,

con la mitad del alma en el mar

y la mitad del alma en la tierra,

y con las dos mitades del alma miro el mundo.
Y aunque cierre los ojos

y me cubra el corazón enteramente,

veo caer agua sorda, a goterones sordos.

Es como un huracán de gelatina,

como una catarata de espermas y medusas.

Veo correr un arco iris turbio.

Veo pasar sus aguas a través de los huesos.

Pablo Neruda

50/365 Madrigal


Yo te miré a los ojos
cuando era niño y bueno.
Tus manos me rozaron
Y me diste un beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Y se abrió mi corazón
Como una flor bajo el cielo,
Los pétalos de lujuria
Y los estambres de sueño.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
En mi cuarto sollozaba
Como el príncipe del cuento
Por Estrellita de oro
Que se fue de los torneos.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
Yo me alejé de tu lado
Queriéndote sin saberlo.
No sé cómo son tus ojos,
Tus manos ni tus cabellos.
Sólo me queda en la frente
La mariposa del beso.
(Los relojes llevan la misma cadencia,
Y las noches tienen las mismas estrellas.)
F.G.Lorca

El conquistador del tiempo


Hoy he comprado la revista Digitalfoto, y en su interior me he encontrado cómo Portfolio recomendado "El conquistador del tiempo". Nada más verlo me he llevado una alegría, esa foto es inconfundible. Se trata de Daniel González (el gran Portugalete), compañero canonista y magnífica persona.
Todos sus retratos, tienen alma y debo decir que hasta ahora todas las fotos suyas que he visto me han conmovido. Es auténtico ARTE.
Enlaces:
Flickr: Dani_gato

49/365 Oda a un reloj en la noche



En la noche, en tu mano
brilló como luciérnaga
mi reloj.Oí su cuerda:c
omo un susurro seco
salíade tu mano invisible.
Tu mano entonces
volvió a mi pecho oscuro
a recoger mi sueño y su latido.
El reloj siguió cortando el tiempo
con su pequeña sierra.
Como en un bosque
caen fragmentos de madera,
mínimas gotas, trozosde ramajes o nidos,
sin que cambie el silencio,
sin que la fresca oscuridad termine,
así siguió el reloj cortándo
desde tu mano invisible,
tiempo, tiempo,
y cayeron minutos como hojas,
fibras de tiempo roto,
pequeñas plumas negras.
Como en el bosque olíamos raíces,
el agua en algún sitio desprendía
una gotera gruesa como una uva mojada.
Un pequeño molino molía noche,
la sombra susurraba cayendo de tu mano
y llenaba la tierra.
Polvo,tierra, distancia
molía y molía
mi reloj en la noche,
desde tu mano.Yo puse mi brazo
bajo tu cuello invisible,
bajo su peso tibio,y en mi mano
cayó el tiempo,la noche,
pequeños ruidos
de madera y de bosque,
de noche dividida, de fragmentos de sombra,
de agua que cae y cae:
entonces cayó el sueño
desde el reloj y desde
tus dos manos dormidas,
cayó como agua oscura
de los bosques,del reloj
a tu cuerpo,de ti hacia los países,
agua oscura,tiempo que cae
y corre adentro de nosotros.
Y así fue aquella noche,sombra y espacio,
tierra y tiempo,algo que corre y cae
y pasa. Y así todas las noches
van por la tierra,no dejan sino un vago
aroma negro,cae una hoja,una gota
en la tierra apaga su sonido,
duerme el bosque, las aguas,
las praderas,las campanas,los ojos.
Te oigo y respiras,amor mío,dormimos.

Pablo Neruda

48/365 La rosa del herbolario


Dejo en la nave de la rosa
la decisión del herbolario;
si la estima por su virtud
o por la herida del aroma;
si es intacta como la quiero
o rígida como una muerta.
La breve nave no dirá
cuál es la muerte que prefiere;
si con la proa enarbolada
frente a su fuego victorioso
ardiendo con todas las velas
de la hermosura abrasadora
o secándose en un sistema
de pulcritud medicinal.
El herbolario soy, señores,

y me turban tales protestas
porque en mí mismo no convengo
a decidir mi idolatría;
la vestidura del rosal
quema el amor en su bandera
y el tiempo azota el esqueleto
derribando el aroma rojo
y la turgencia perfumada;
después con una sacudida
y una larga copa de lluvia
no queda nada de la flor.
Por eso agonizo y padezco
preservando el amor furioso
hasta en sus últimas cenizas.

Pablo Neruda
(Dedicada a Emi que muda sus palabras a un sitio más acogedor)

47/365 La memoria de las manos

Hoy son las manos la memoria.
El alma no se acuerda, está dolida
de tanto recordar. Pero en las manos
queda el recuerdo de lo que han tenido.
Recuerdo de una piedra
que hubo junto a un arroyo
y que cogimos distraídamente
sin darnos cuenta de nuestra ventura.
Pero su peso áspero,sentir nos hace que por fin cogimos
el fruto más hermoso de los tiempos.
A tiempo sabe
el peso de una piedra entre las manos.
En una piedra está
la paciencia del mundo, madurada despacio.
Incalculable suma
de días y de noches, sol y agua
la que costó esta forma torpe y dura
que acariciar no sabe y acompaña
tan sólo con su peso, oscuramente.
Se estuvo siempre quieta,
sin buscar, encerrada,
en una voluntad densa y constante
de no volar como la mariposa,
de no ser bella, como el lirio,
para salvar de envidias su pureza.
¡Cuántos esbeltos lirios, cuántas gráciles
libélulas se han muerto, allí, a su lado
por correr tanto hacia la primavera!
Ella supo esperar sin pedir nada
más que la eternidad de su ser puro.
Por renunciar al pétalo, y al vuelo,
está viva y me enseña
que un amor debe estarse quizá quieto, muy quieto,
soltar las falsas alas de la prisa,
y derrotar así su propia muerte.
También recuerdan ellas, mis manos,
haber tenido una cabeza amada entre sus palmas.
Nada más misterioso en este mundo.
Los dedos reconocen los cabellos
lentamente, uno a uno, como hojas
de calendario; son recuerdosde otros tantos,
también innumerables
días felices
dóciles al amor que los revive.
Pero al palpar la forma inexorable
que detrás de la carne nos resiste
las palmas ya se quedan ciegas.
No son caricias, no, lo que repiten
pasando y repasando sobre el hueso;
son preguntas sin fin, son infinitas
angustias hechas tactos ardorosos.
Y nada les contesta, una sospecha
de que todo se escapa y se nos huye
cuando entre nuestras manos lo oprimimos
nos sube del calor de aquella frente.
La cabeza se entrega. ¿Es la entrega absoluta?
El peso en nuestras manos lo insinúa,
los dedos se lo creen,
y quieren convencerse: palpan, palpan.
Pero una voz oscura tras la frente,
—¿nuestra frente o la suya?—
nos dice que el misterio más lejano,
porque está allí tan cerca,
no se tocacon la carne mortal con que buscamos
allí, en la punta de los dedos,la presencia invisible.
Teniendo una cabeza así cogida
nada se sabe, nada,
sino que está el futuro decidiendo
o nuestra vida o nuestra muerte
tras esas pobres manos engañadas
por la hermosura de lo que sostienen.
Entre unas manos ciegas
que no pueden saber. Cuya fe única
está en ser buenas, en hacer caricias
sin casarse, por ver si así se ganan
cuando ya la cabeza amada vuelva
a vivir otra vez sobre sus hombros,
y parezca que nada les queda entre las palmas,
el triunfo de no estar nunca vacías.

Pedro Salinas

46/365 Poema XX


Poema 20...
Puedo escribir los versos más tristes está noche...

Puedo escribir los versos más tristes está noche.
Escribir, por ejemplo: «La noche esta estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos».
El viento de la noche gira en el cielo y canta.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.
Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.
Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.
Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.
Eso es todo.
A lo lejos alguien canta.
A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.
Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca,
y ella no está conmigo.
La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.
Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.
De otro. Será de otro.
Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro.
Sus ojos infinitos.
Ya no la quiero, es cierto,
pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.
Porque en noches como esta
la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.
Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

45/365 Caracol de sueño


Una bestia terrible

resbala sobre todo;

terrible como decir “yo permanezco”,

de la tribu que puede cruzar sobre una hoja de afeitar

tomándose su tiempo,

arrastrando su fuerza pausadamente

sobre el agudo diminuto abismo

que separa un lado de otro lado.

Y no puedo ver la sonrisa de esta casi cosa

tras su hazaña que no puedo imitar,

yo, frágil materia que sólo puede aplastarla,

ella, como casi todas las cosas, fuerte gelatina

determinada a seguir sin que yo exista.

Para mí, la certeza es el brilloso camino de su nunca.

Luis Benítez

44/365 Piedritas en la ventana




De vez en cuando la alegría

tira piedritas contra mi ventana

quiere avisarme que está ahí esperando

pero me siento calmo

casi diría ecuánime

voy a guardar la angustia en un escondite

y luego a tenderme cara al techo

que es una posición gallarda y cómoda

para filtrar noticias y creerlas
quién sabe dónde quedan mis próximas huellas

ni cuándo mi historia va a ser computada

quién sabe qué consejos voy a inventar

aún y qué atajo hallaré para no seguirlos
está bien no jugaré al desahucio

no tatuaré el recuerdo con olvidos

mucho queda por decir y callar

y también quedan uvas para llenar la boca
está bien me doy por persuadido

que la alegría no tire más piedritas


abriré la ventana

abriré la ventana.



Mario Benedetti

43/365 La perla


Una mora de Trípoli tenía
Una perla rosada, una gran perla;
Y la echó con desdén al mar un día;
¡Siempre la misma! ¡ya me cansa verla!
Pocos años después,
junto a la roca De Trípoli...
¡La gente llora al verla!
Así le dice al mar la mora loca;
¡Oh mar! ¡oh mar! ¡devúelveme mi perla!»

José Martí

42/365 La danza de la muerte


...Pero no son los muertos

los que bailan, estoy seguro.

Los muertos están embebidos,

devorando sus propias manos.

Son los otros los que bailan

con el mascarón y su vihuela;

son los otros,

los borrachos de plata,

los hombres fríos,

los que crecen en el cruce

de los muslos y llamas duras,

los que buscan la lombriz

en el paisaje de las escaleras,

los que beben en el banco

lágrimas de niña muerta

o los que comen

por las esquinas diminutas

pirámides del alba...


Federico García Lorca

41/365 Parábolas


I
Era un niño que soñaba

un caballo de cartón.

Abrió los ojos el niño

y el caballito no vió.

Con un caballito blanco

el niño volvió a soñar;

y por la crin lo cogía...

¡Ahora no te escaparás!

Apenas lo hubo cogido,

el niño se despertó.

Tenía el puño cerrado.

¡El caballito voló!

Quedóse el niño muy serio

pensando que no es verdad

un caballito soñado.

Y ya no volvió a soñar.

Pero el niño se hizo mozo

y el mozo tuvo un amor,

y a su amada le decía:

¿Tú eres de verdad o no?

Cuando el mozo se hizo viejo

pensaba: Todo es soñar,

el caballito soñado y el caballo de verdad.

Y cuando vino la muerte,

el viejo a su corazón preguntaba:

¿Tú eres sueño?

¡Quién sabe si despertó!

Antonio Machado

40/365 Ajedrez

I
En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba
en su severo ámbito
en que se odian dos colores.
Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.
Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.
II
Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.
Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?

Jorge Luis Borges

39/365 Estoy cansado


Estar cansado tiene plumas,

Tiene plumas graciosas como un loro,

Plumas que desde luego nunca vuelan,

Mas balbucean igual que loro.
Estoy cansado de las casas,

prontamente en ruinas sin un gesto;

Estoy cansado de las cosas,

Con un latir de seda vueltas luego de espaldas.
Estoy cansado de estar vivo,

Aunque más cansado sería el estar muerto;
Estoy cansado de estar cansado

Entre plumas ligeras sagazmente,

Plumas de loro aquel tan familiar o triste,

El loro aquel del siempre estar cansado.


LUIS CERNUDA

38/365 Barrio sin luz


¿Se va la poesía de las cosas
o no la puede condensar mi vida?
Ayer ? Mirando el último crepúsculo?
Yo era un manchón de musgo entre unas ruinas.
Las ciudades ?Hollines y venganzas?,l
a cochinada gris de los suburbios,
la oficina que encorva las espaldas,
el jefe de ojos turbios.
Sangre de un arrebol sobre los cerros,
sangre sobre las calles y las plazas,
dolor de corazones rotos,
podre de hastíos y de lágrimas.
Un río abraza el arrabal
como una mano helada que tienta en las tinieblas
sobre sus aguas se avergüenzan
de verse las estrellas.
Y las casas que esconden los deseos
detrás de las ventanas luminosas,
mientras afuera el viento
lleva un poco de barro a cada rosa...
Lejos... la bruma de las olvidanzas?
humos espesos, tajamares rotos?,
y el campo, ¡el campo verde!, en que jadean
los bueyes y los hombres sudorosos.
Y aquí estoy yo, brotado entre las ruinas,
mordiendo solo todas las tristezas,
como si el llanto fuera una semilla
y yo el único surco de la tierra

Sony Awards


Ya se pueden enviar fotos al Sony World Photography Awards, para su edición de 2010. Podéis ver los resultados de la de 2009 en el enlace.
Enlaces:
Participar en la edición de 2010: Aquí
Ver ganadores 2009: Aquí

37/365 Noche


Cirio, candil,

farol y luciérnaga.


La constelación de la saeta.

Ventanitas de oro tiemblan,

y en la aurora

se mecen cruces superpuestas.


Cirio, candil,

farol y luciérnaga.
//
Federico García Lorca

36/365 Cenizas (Reto)


CENIZAS

Se ha apagado el fuego.

Queda sólo un blando

montón de cenizas,

donde estuvo ondulando la llama,

ahí tienes, amigo,

hecho porción quieta

de polvo liviano,

a aquel pino inmenso que nos dio su sombra,

fresca y movediza, durante el verano.

Tan alto, tan alto, que pasaba el techo

de la casa mía.

Si hubiera podido guardarlo en dobleces,

ni en el arca grande del desván cabría.

Y del pino inmenso ya ves lo que queda.

Yo, que soy tan pequeña y delgada

,¡qué montón tan chiquito de polvos

eré cuando muera!

Desconozco la autoría del poema. Sacado de Nido de poesía.

35/365 Pompa, Rosa, Risa

Con la primavera
mis sueños se llenan
de rosas, lo mismo
que las escaleras
orilla del río.
Con la primavera
mis rosas se llenan
de pompas, lo mismo
que las torrenteras
orilla del río.
Con la primavera
mis pompas se llenan
de risas, lo mismo
que las ventoleras
orilla del río.

Juan Ramón Jiménez

34/365 Los números de la mentira (Reto)

Ciento sesenta centímetros, mide la almohada
Donde nos soñábamos.
Ciento sesenta kilómetros, me separan del olvido
Donde habita la ausencia.
Ciento sesenta centímetros, la estatura del amor
Donde enterré mi vida.

Y encerrado entre acolchados paramentos
De doscientos sesenta centímetros de altura
Ahogándome en la piscina de mis números,
Sin solución ni cura,
Me pregunto, cuánto mide la mentira.

Altea Caru (Paisajes dormidos-1987)

Concurso FujiFilm

Fujifilm y QUESABESDE.COM te invitan a festejar el verano con un concurso cuya temática no podía ser otra en estas fechas: las fiestas populares. Ferias, verbenas y cualquier otra manifestación de signo popular, propia del verano o no, son el objetivo a inmortalizar en este certamen.
Mándanos tu fotografía antes del 28 de agosto de 2009. El jurado distinguirá un ganador absoluto y un segundo finalista, que se llevarán, respectivamente, la cámara sumergible FinePix Z33WP (con varios accesorios) y una FinePix Z30.

Plazos y bases del concurso:
Envío de fotografías:
Del 3 de agosto hasta el 28 de agosto a las 23:59 horas.
Foto de la Semana:
Todos los lunes durante el plazo de envío de las fotografías, excepto el 3 y el 17 de agosto.

Veredicto del jurado:
31 de agosto de 2009
Enlaces

Bases del concurso : Bases
Web: QUESABESDE.COM

33/365 El congreso de los ratones


Juntáronse los ratones
para librarse del gato,
y después de un largo rato
de disputas y opiniones
dijeron que acertarían
en ponerle un cascabel;
que andando un gato con él
Guardarse mejor podrían.
-Pensamineto agudo a fe!-
dijo un ratón literato,
fingiendo cojear de un pie;
¡A ver señores !
¿Quién le pone el cascabel al gato?


Lope de Vega

Premios

El pozo de los deseos
Ganadora del concurso Paisajes de "LO MEJOR DE MI CREACIÓN ARTÍSTICA"
Tempestad marchita

Foto ganadora del 38º Concurso Delicatessen- Naturaleza
Transporte tenebroso

2º Puesto concurso Canonistas Junio 2009

Callejón de cuento

10º puesto en el concurso "El fotón" de Vagamundos Net 2009

La otra cara



1º Puesto Canonistas julio 2008






31/365 Como tú...


Como tú


Así es mi vida,
piedra,como tú.
Como tú,piedra pequeña;
como tú,piedra ligera;

como tú,canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;

como tú,
guijarro humilde
de las carreteras;

como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas bajo los cascos
y bajo las ruedas;

como tú,
que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;

como tú,
piedra aventurera;

como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña y
ligera...


León Felipe, Versos y oraciones de caminante (1920-1929)

31/365 Pie de niño

El pie del niño aún no sabe que es pie,
y quiere ser mariposa o manzana.
Pero luego los vidrios y las piedras,
las calles, las escaleras,
y los caminos de la tierra dura
van enseñando al pie que no puede volar
,que no puede ser fruto redondo en una rama.
El pie del niño entonces
fue derrotado, cayó
en la batalla,fue prisionero,
condenado a vivir en un zapato.
Poco a poco sin luz
fue conociendo el mundo a su manera,
sin conocer el otro pie, encerrado,
explorando la vida como un ciego.
Aquellas suaves uñas
de cuarzo, de racimo,se endurecieron, se mudaron
en opaca substancia, en cuerno duro,
y los pequeños pétalos del niñose aplastaron,
se desequilibraron,t
omaron formas de reptil sin ojos,
cabezas triangulares de gusano.
Y luego encallecieron,
se cubrieron
con mínimos volcanes de la muerte,
inaceptables endurecimientos.
Pero este ciego anduvo
sin tregua, sin parar
hora tras hora,
el pie y el otro pie,
ahora de hombre
o de mujer,arriba,abajo,
por los campos, las minas,los almacenes y los ministerios,
atrás,afuera, adentro,
adelante,este pie trabajó con su zapato,
apenas tuvo tiempo
de estar desnudo en el amor o el sueño,
caminó, caminaron
hasta que el hombre entero se detuvo.
Y entonces a la tierra
bajó y no supo nada,
porque allí todo y todo estaba oscuro,
no supo que había dejado de ser pie,
si lo enterraban para que volara
o para que pudieraser manzana.

Pablo Neruda

30/365 La cautiva


Ya el sol esconde sus rayos,
el mundo en sombras se vela,
el ave a su nido vuela.
Busca asilo el trovador.
Todo calla: en pobre cama
duerme el pastor venturoso,
en su lecho suntüoso
se agita insomme el señor.
Se agita; mas ¡ay! reposa
al fin en su patrio suelo;
no llora en mísero duelo
la libertad que perdió.
Los campos ve que a su infancia
horas dieron de contento,
su oído halaga el acento
del país donde nació.
No gime ilustre cautivo
entre doradas cadenas,
que si bien de encanto llenas,
al cabo cadenas son.
Si acaso, triste lamenta,
en torno ve a sus amigos,
que, de su pena testigos,
consuelan su corazón.
La arrogante erguida palma
que en el desierto florece,
al viajero sombra ofrece,
descanso y grato manjar.
Y, aunque sola, allí es querida
del árabe errante y fiero,
que siempre va placentero
a su sombra a reposar.
Mas ¡ay triste! yo cautiva,
huérfana y sola suspiro,
el clima extraño respiro,
y amo a un extraño también.
No hallan mis ojos mi patria;
humo han sido mis amores;
nadie calma mis dolores
y en celos me siento arder.
¡Ah! ¿Llorar? ¿Llorar?... no puedo
ni ceder a mi tristura,
ni consuelo en mi amargura
podré jamás encontrar.
Supe amar como ninguna,
supe amar correspondida;
despreciada, aborrecida,
¿no sabré también odiar?
¡Adiós, patria! ¡adiós, amores!
La infeliz Zoraida ahora
sólo venganzas implora,
ya condenada a morir.
No soy ya del castellano
la sumisa enamorada:
soy la cautiva cansada
ya de dejarse oprimir.
José Espronceda

29/365 Sube a nacer conmigo

Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda
zona de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
No volverá tu voz endurecida.
No volverán tus ojos taladrados.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado;
domador de guanacos tutelares;
albañil del andamio desafiado;
aguador de las lágrimas andinas;
joyero de los dedos machacados:
agricultor temblando en la semilla;
alfarero en tu greda derramado;
traed a la copa de esta nueva vida
vuestros viejos dolores enterrados.
Mostradme vuestra sangre y vuestro surco,
decidme: aquí fui castigado,
porque la joya no brilló o la tierra
no entregó a tiempo la piedra o el grano;
señaladme la piedra en que caísteis
y la madera en que os crucificaron,
encendedme los viejos pedernales,
las viejas lámparas, los látigos pegados
a través de los siglos en las llagas
y las hachas de brillo ensangrentado.
Yo vengo a hablar por vuestra boca muerta.
A través de la tierra juntad todos
los silenciosos labios derramados
y desde el fondo habladme toda esta larga noche
como si yo estuviera con vosotros anclado,
contadme todo, cadena a cadena,eslabón a eslabón,
y paso a paso,afilad los cuchillos que guardasteis,
ponedlos en mi pecho y en mi mano,
como un río de rayos amarillos,
como un río de tigres enterrados,
y dejadme llorar, horas, días, años,
edades ciegas, siglos estelares.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca,
Hablad por mis palabras y mi sangre.

Pablo Neruda

28/365 Cadenas de amor


¡Bien haya quien hizo
cadenitas, cadenas;
bien haya quien hizo
cadenas de amor!
¡Bien haya el acero
de que se formaron,
y los que inventaron
amor verdadero!
¡Bien haya el dinero
de metal mejor!
¡Bien haya quien hizo
cadenas de amor!

Miguel de Cervantes

27/365 Caminante no hay camino


Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre el mar.

Nunca perseguí la gloria,
ni dejar en la memoria
de los hombres mi canción;
yo amo los mundos sutiles,
ingrávidos y gentiles,
como pompas de jabón.

Me gusta verlos pintarse
de sol y grana, volar
bajo el cielo azul, temblar
súbitamente y quebrarse...

Nunca perseguí la gloria.
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.

Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar...
Hace algún tiempo en ese lugar
donde hoy los bosques
se visten de espinos
se oyó la voz de un poeta gritar
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso...
Murió el poeta lejos del hogar.
Le cubre el polvo de un país vecino.
Al alejarse le vieron llorar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."
Golpe a golpe, verso a verso...

Cuando el jilguero no puede cantar.
Cuando el poeta es un peregrino,
cuando de nada nos sirve rezar.
"Caminante no hay camino,
se hace camino al andar..."

Golpe a golpe, verso a verso.


Antonio Machado

26/365 Frente al mar


Oh mar, enorme mar,
corazón fiero
De ritmo desigual, corazón malo,
Yo soy más blanda que ese pobre palo
Que se pudre en tus ondas prisionero.
Oh mar, dame tu cólera tremenda,
Yo me pasé la vida perdonando,
Porque entendía, mar, yo me fui dando:
«Piedad, piedad para el que más ofenda».
Vulgaridad, vulgaridad me acosa.
Ah, me han comprado la ciudad y el hombre.
Hazme tener tu cólera sin nombre:
Ya me fatiga esta misión de rosa.
¿Ves al vulgar? Ese vulgar me apena,
Me falta el aire y donde falta quedo,
Quisiera no entender, pero no puedo:
Es la vulgaridad que me envenena.
Me empobrecí porque entender abruma,
Me empobrecí porque entender sofoca,
¡Bendecida la fuerza de la roca!
Yo tengo el corazón como la espuma.
Mar, yo soñaba ser como tú eres,
Allá en las tardes que la vida mía
Bajo las horas cálidas se abría...
Ah, yo soñaba ser como tú eres.
Mírame aquí, pequeña, miserable,
Todo dolor me vence, todo sueño;
Mar, dame, dame el inefable empeño
De tornarme soberbia, inalcanzable.
Dame tu sal, tu yodo, tu fiereza. ¡Aire de mar!...
¡Oh, tempestad! ¡Oh enojo!
Desdichada de mí, soy un abrojo,
Y muero, mar, sucumbo en mi pobreza.
Y el alma mía es como el mar, es eso,
Ah, la ciudad la pudre y la equivoca;
Pequeña vida que dolor provoca, ¡
Que pueda libertarme de su peso!
Vuele mi empeño, mi esperanza vuele...
La vida mía debió ser horrible,
Debió ser una arteria incontenible
Y apenas es cicatriz que siempre duele.

Alfonsina Stormi

25/365 Disposiciones


Compañeros, enterradme en Isla Negra,
frente al mar que conozco, a cada área rugosa
de piedras y de olas que mis ojos perdidos
no volverán a ver.
Cada día de océano
me trajo niebla o puros derrumbes de
turquesa,o simple extensión, agua rectilínea, invariable,
lo que pedí, el espacio que devoró mi frente.
Cada paso enlutado de cormorán, el vuelo
de grandes aves grises que amaban el
invierno,y cada tenebroso círculo de sargazo
y cada grave ola que sacude su frío,
y más aún, la tierra que un escondido herbario
secreto, hijo de brumas y de sales, roído
por el ácido viento, minúsculas corolas
de la costa pegadas a la infinita arena:
todas las llaves húmedas de la tierra marina
conocen cada estado de mi alegría,saben
que allí quiero dormir entre los párpados
del mar y de la tierra . . .Quiero ser arrastrado
hacia abajo en las lluvias que el salvaje
viento del mar combate y desmenuza,
y luego por los cauces subterráneos, seguir
hacia la primavera profunda que renace.
Abrid junto a mí el hueco de la que amo, y un día
dejadla que otra vez me acompañe en latierra.


Pablo Neruda

24/365 Corazón coraza -Reto


Porque te tengo
y no porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce corazón coraza
porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero si no te miro
amor si no te miro
porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase
y yo te tenga
y no.
Benedetti