23/365 Niña de flores blancas

Nombras el árbol, niña.

Y el árbol crece, lento y pleno,

anegando los aires,verde deslumbramiento

,hasta volvernos verde la mirada.



Nombras el cielo, niña.

Y el cielo azul, la nube blanca,

la luz de la mañana,

se meten en el pecho

hasta volverlo cielo y transparencia.

Nombras el agua, niña.



Y el agua brota, no sé dónde,

baña la tierra negra,

reverdece la flor, brilla en las hojas

y en húmedos vapores nos convierte.



No dices nada, niña.

Y nace del silencio

la vida en una ola

de música amarilla;

su dorada marea

nos alza a plenitudes,

nos vuelve a ser nosotros, extraviados.



¡Niña que me levanta y resucita!

¡Ola sin fin, sin límites, eterna!



Octavio Paz

Reto 22/365 Placeres prohibidos


Diré cómo nacisteis, placeres prohibidos,
Como nace un deseo sobre torres de espanto,
Amenazadores barrotes, hiel descolorida,
Noche petrificada a fuerza de puños,
Ante todos, incluso el más rebelde,
Apto solamente en la vida sin muros.
Corazas infranqueables, lanzas o puñales,
Todo es bueno si deforma un cuerpo;
Tu deseo es beber esas hojas lascivas
O dormir en esa agua acariciadora.
No importa;
Ya declaran tu espíritu impuro.
No importa la pureza, los dones que un destino
Levantó hacia las aves con manos imperecederas;
No importa la juventud, sueño más que hombre,
La sonrisa tan noble, playa de seda bajo la tempestad
De un régimen caído.
Placeres prohibidos, planetas terrenales,
Miembros de mármol con sabor de estío,
Jugo de esponjas abandonadas por el mar,
Flores de hierro, resonantes como el pecho de un hombre.
Soledades altivas, coronas derribadas,
Libertades memorables, manto de juventudes;
Quien insulta esos frutos, tinieblas en la lengua,
Es vil como un rey, como sombra de rey
Arrastrándose a los pies de la tierra
Para conseguir un trozo de vida.
No sabía los límites impuestos,
Límites de metal o papel,
Ya que el azar le hizo abrir los ojos bajo una luz tan alta,
Adonde no llegan realidades vacías,
Leyes hediondas, códigos, ratas de paisajes derruidos.
Extender entonces una mano
Es hallar una montaña que prohíbe,
Un bosque impenetrable que niega,
Un mar que traga adolescentes rebeldes.
Pero si la ira, el ultraje, el oprobio y la muerte,
Ávidos dientes sin carne todavía,
Amenazan abriendo sus torrentes,
De otro lado vosotros, placeres prohibidos,
Bronce de orgullo, blasfemia que nada precipita,
Tendéis en una mano el misterio.
Sabor que ninguna amargura corrompe,
Cielos, cielos relampagueantes que aniquilan.
Abajo, estatuas anónimas,
Sombras de sombras, miseria, preceptos de niebla;
Una chispa de aquellos placeres
Brilla en la hora vengativa.
Su fulgor puede destruir vuestro mundo.
Luis Cernuda

Camino del Cid

Desde el año 2004, el Consorcio Camino del Cid convoca anualmente su concurso fotográfico cuyo fin es fomentar la creatividad plástica y dar a conocer al público en general la diversidad y riqueza histórica, cultural, etnográfica y paisajística del Camino del Cid a lo largo de las ocho provincias por las que discurre la ruta.
El Concurso está dotado con 12 premios (4 primeros y 8 accésits) para fotografía en color.

Más información: Página oficial

Imogen Cunningham

Nacida en Portland (EE.UU.), el 12 de Abril de 1883, se acercó al mundo de la imagen al contemplar una fotografía de Kasebier tenía entonces 20 años y estaba estudianto química en la universidad.
Unas fotografías de desnudo de su marido levantaron una gran polémica debido al puritanismo de la época, lo que hizo que Imogen guardara los negativos durante 55 años.
Creo un sello chino para firmar sus fotografías I-MO-GEN, que significa "Imaginación sin fin".
Cuando le preguntaron, cúal era su mejor fotografía respondió, sin dudar "La que haré mañana"





Enlaces:
Galería: Art Master
Biografía: Winkipedia

Reto 21/365 Corazón negro

Corazón negro.
Enigma o sangre de otras vidas pasadas,
suprema interrogación que ante los ojos me habla,
signo que no comprendo a la luz de la luna.
Sangre negra, corazón dolorido que desde lejos la envías
a latidos inciertos, bocanadas calientes,
vaho pesado de estío, río en que no me hundo,
que sin luz pasa como silencio, sin perfume ni amor.
Triste historia de un cuerpo que existe
como existe un planeta,
como existe la luna, la abandonada luna,
hueso que todavía tiene un claror de carne.
Aquí, aquí en la tierra echado entre unos juncos,
entre lo verde presente, entre lo siempre fresco,
veo esa pena o sombra, esa linfa o espectro,
esa sola sospecha de sangre que no pasa.
¡Corazón negro, origen del dolor o la luna,
corazón que algún día latiste entre unas manos.
Besi que navegaste por unas venas rojas,
cuerpo que te ceñiste a una tapia vibrante!
Vicente Aleixandre

Reto 19/365 La dulzura

Así dulzura de la vida es

tu vientre de calor/ batalla/ puro

árboles como piedra/ ojo del cielo

así dulzura de la vida es

contra el desastre/ vientre de dulzura

así dulzura de la vida es

carbón ardiente en manos de ya niño

altura de la voz/ dos animales

fulgor o triste/ sombra de la voz

doble cantor si trata al enemigo

fulgor o triste/ voces de la sombra

cielo del ojo/ sombra de la voz

y cinturón de paz o brillo/ clara

cantorita de luz/ dulzura/ vos

Juan Gelman

Reto 18/365 Oda a la abeja


MULTITUD de la abeja!
Entra y sale
del carmín, del azul,
del amarillo,
de la más suave
suavidad del mundo:
entra en
una corola
precipitadamente,
por negocios,
sale
con traje de oro
y cantidad de botas
amarillas.

Perfecta
desde la cintura,
el abdomen rayado
por barrotes oscuros,
la cabecita
siempre
preocupada
y las
alas
recién hechas de agua:
entra
por todas las ventanas olorosas,
abre
las puertas de la seda,
penetra por los tálamos
del amor más fragante,
tropieza
con
una
gota
de rocío
como con un diamante
y de todas las casas
que visita
saca
miel
misteriosa,
rica y pesada
miel, espeso aroma,
líquida luz que cae en goterones
hasta que a su
palacio
colectivo
regresa
y en las góticas almenas
deposita
el producto
de la flor y del vuelo,
el sol nupcial seráfico y secreto!

Multitud de la abeja!
Elevación
sagrada
de la unidad,
colegio
palpitante!

Zumban
sonoros
números
que trabajan
el néctar,
pasan
veloces
gotas
de ambrosía:
es la siesta
del verano en las verdes
soledades
de Osorno. Arriba
el sol clava sus lanzas
en la nieve,
relumbran los volcanes,
ancha
como
los mares
es la tierra,
azul es el espacio,
pero
hay algo
que tiembla, es
el quemante
corazón
del verano,
el corazón de miel
multiplicado,
la rumorosa
abeja,
el crepitante
panal
de vuelo y oro!

Abejas,
trabajadoras puras,
ojivales
obreras,
finas, relampagueantes
proletarias,
perfectas,
temerarias milicias
que en el combate atacan
con aguijón suicida,
zumbad,
zumbad sobre
los dones de la tierra,
familia de oro,
multitud del viento,
sacudid el incendio
de las flores,
la sed de los estambres,
el agudo
hilo
de olor
que reúne los días,
y propagad
la miel
sobrepasando
los continentes húmedos, las islas
más lejanas del cielo
del Oeste.

Sí:
que la cera levante
estatuas verdes,
la miel
derrame
lenguas
infinitas,
y el océano sea
una
colmena,
la tierra
torre y túníca
de flores,
y el mundo
una cascada,
cabellera,
crecimiento
incesante
de panales!

Pablo Neruda