Para poder capturar una buena foto, dependemos de la luz, y por ello debemos conocerla cuanto más mejor. Realizar una foto con una réflex no empieza y termina al pulsar el disparador, si no que lleva un proceso anterior, mucho más elaborado, que lo que comunmente se piensa.
La luz es la clase de energía electromagnética radiante que puede ser percibida por el ojo humano, que se propaga en forma de ondas. La longitud de las ondas electromagnéticas, se mide en nm(nanómetros).
En un sentido más amplio, el término luz incluye el rango entero de radiación conocido como el espectro electromagnético. El ojo humano puede visualizar las ondas comprendidas entre los 400 y los 700nm que se corresponden con el arco iris.
Los sensores de nuestras cámaras digitales son sensibles a estre espectro y a los infrarrojos (razón por la cual llevan incorporado un filtro IR que dificulta el paso de estos hacia el sensor)
Cuando estudiaba física me explicaron que la luz siempre se propaga en línea recta y todas direcciones desde la fuente que la emite. En el momento que cambia de medio o se encuentra un obstáculo se desvía y cambia las longitudes de onda. Diariamente observamos esos cambios en el cielo a medida que pasan las horas, o colisiona con nubes...Este fenómeno recibe el nombre de refracción. La refracción es el cambio de dirección que sufre la luz al cambiar de medio.
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